Siri se fue. Mi gorda. Diez años conmigo. Era una bolita peluda, negra, con mechas rubias. De la noche a la mañana empezó a respirar con dificultad. Fue ingresada. Pruebas, radiografías, ecografías...de vuelta a casa. Diagnósticos, otros diagnósticos, más pruebas. El viernes pasado fue operada. Mi pareja la fue a recoger. Fue ingresada en una clínica de urgencias. No pasó del domingo. Murió en el pasillo de mi casa. ¿Qué cojones pasó? No lo sé. Le dieron el alta, aunque no entiendo por qué tan pronto. ¿Por qué tan pronto? Me he quedado en la ruina, y sin mi bolita de pelo. Quien tenga gatos entenderá lo que siento.
Porque me siento como una mierda. Pero hice lo que pude, todo lo que pude, lo hice por tí. Porque te quedaras más tiempo a mi lado.
Así que hoy me fui a dar un paseo. Estuve respirando aire contaminado del puerto. Huele a neumático quemado, a plástico. Entiendo que no debe ser muy saludable. Estoy vendida, pienso.
Lo estamos todos.
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